domingo, 3 de mayo de 2009

La 3ª División de las SS "Totenkopf"


De la división Totenkopf merecen destacarse dos aspectos. El Primero, su gran valor militar. El segundo, su tenebrosa reputación. Ambos están plenamente justificados. Comencemos por el principio.

Orígenes

El 1 de Julio de 1934, la jornada posterior a “la noche de los cuchillos largos”, Theodor Eicke, jefe de la SS Totenkopfverbände -los guardianes del recientemente creado campo de concentración de Dachau- recibe la orden de ejecutar a Röhm. Tras una discusión con el alcaide de la prisión de Stadelheim, lugar al que el líder de las SA había sido llevado tras su arresto del día anterior, Eicke consigue que le dejen llegar a la celda de Röhm. Una vez allí, a indicación de Hitler, quién deseaba que se le ofreciese a Röhm una salida honrosa, deja una pistola encima de la mesa de la celda y abandona la estancia. Al no oír ninguna detonación, diez minutos después vuelve a entrar y le descerraja un tiro en la cabeza al prisionero. Comenzaba el fin de las SA y el imparable avance de las SS dentro de la estructura del Tercer Reich. No será hasta el 16 de Marzo de 1936 cuando Hitler anuncie la creación de las SS-Verfügungstruppe, origen de las Waffen SS; pero el nacimiento de lo que sería la 3ª División de las SS “Totenkopf” se había comenzado a gestar en aquelloas jornadas de 1934 cuando, tras el asesinato de Röhm, Eicke comienza a reorganizar la Totenkopfverbände para convertirla en una autentica fuerza militar de élite.

Durante la campaña polaca, las primeras tropas de las SS-Verfügunstruppe -la Leibstandarte y los regimientos Deutschland, Germania, y der Führer, junto con otras unidades menores- entraron en acción dispersadas entre las formaciones del ejército y, en general, mostraron unas buenas aptitudes de combate. El comportamiento en el campo de batalla, sin ser extraordinario, fue lo suficientemente bueno como para impresionar a Hitler, quién autorizó a Himmler la formación de tres nuevas divisiones además de la Leibstandarte. A consecuencia de esto, tras la campaña de Polonia aparecen las siguientes divisiones: la 2ª División SS Verfüngungsdivision (formada por la unión de los regimientos antes mencionados); la 3ª División de las SS Totenkopf, formada por miembros de la Totenkopfverbände reclutados entre los campos de concentración; y la 4ª División de las SS Polizei, formada por miembros de la policía y que, a diferencia de las otras dos, nunca llegaría a ser una unidad de primera clase. En marzo de 1940 nacen oficialmente las denominadas Waffen SS

El nacimiento de la Totenkopf estaba viciado desde sus inicios, no solo por el origen de sus reclutas, sino también por el carácter de su comandante, el ya mencionado Theodor Eicke. Este era un nazi brutal que moldeó a la división hasta convertirla en una perfecta maquina de guerra capaz de afrontar las más duras situaciones en el frente y, al mismo tiempo, capaz de cometer las peores atrocidades contra los considerados “enemigos del Reich”. Uno de los lemas más habituales en el ejercito alemán, “el sudor ahorra sangre”, era corregido y aumentado por Eicke del siguiente modo: “la dureza ahorra mucha sangre. De hecho, la dureza ahorra mucho más. Ahorra la amargura, la vergüenza, la preocupación y la pena”. Eicke formó su división con los miembros de la Totenkopfverbände más aptos por su edad para el servicio en el frente, dejando el cuidado de los campos de concentración a los demasiado jóvenes o demasiado viejos para entrar en combate. Los refuerzos de la Totenkopf seguían el mismo esquema. Los guardias más jóvenes de los campos de concentración, una vez alcanzada la edad de reclutamiento tenían dos opciones: servir en la Wehrmacht o entrar en las Waffen SS. Muchos optaban por esta segunda posibilidad y eran reemplazados en los campos por soldados incapacitados para el servicio en el frente.

La Totenkopf en Francia

Para la ofensiva del este en 1940, las nuevas divisiones de las SS iban a actuar unidas, pero continuarían bajo control del Ejército. La Leibstandarte y la SS Verfüngungdivision toman parte activa en la campaña desde el inicio de la misma como parte del grupo B, mientras que la Totenkopf es asignada a la reserva del grupo A. Su oportunidad le llega pocos días después, cuando es unida al XV cuerpo de Hoth. En los primeros momentos entra en acción contra tropas coloniales -marroquíes y argelinos- del Ejército Francés, surgiendo los primeros informes que afirmaban que varias unidades de la división se negaban a hacer prisioneros entre estas “razas inferiores”. El 21 de mayo sufre, junto con la 7ª división Panzer de Rommel, el contraataque aliado en Cambrai. La Totenkopf en general resiste bien, pero algunos hombres protagonizan una retirada presas del pánico al ver que sus cañones antitanque de 37 mm son de escasa utilidad frente a los blindados británicos. En los siguientes días, la división de Eicke colaborará en las operaciones en torno a Dunquerke y, el día 27 de Mayo, protagonizará uno más de los hechos execrables que van a salpicar toda su historia. En Le Paradis, 100 soldados británicos del regimiento Royal Norfolk consiguen detener durante varios días el ataque lanzado por los hombres de la Totenkopf. Cuando finalmente se rinden, y una vez que los han desarmado, los alemanes los ametrallan alevosamente. Esta atrocidad, fuera de cualquier ley de la guerra, fue ordenada por el SS Oberstumführer Fritz Knochlein, quien sobrevivió a la contienda y fue juzgado y condenado a muerte por los británicos. Parece que algunos miembros de la división protestaron, sin mucho éxito, por esta acción. En cualquier caso la Totenkopf, cuyo comportamiento en combate no había sido en absoluto malo pero tampoco extraordinariamente destacable, comenzaba a mostrar su tendencia a manchar su historial con acciones sin justificación posible. No obstante, tanto en lo referente a su valía militar como en lo referente a sus atrocidades, la unidad de Eicke demostró que estaba todavía lejos de alcanzar sus límites.

La segunda parte de la campaña de Francia se inicia nuevamente con la Totenkopf en la reserva, hasta que el 12 de junio entra nuevamente en combate en dirección a Dijon, con el objetivo de cercar a a las fuerzas francesas cortándoles las vías de retirada hacía el sur. El movimiento se culmina con éxito y los hombres de Eicke continúan su camino a través de Francia. El 22 de Junio, día de la rendición francesa, la división se encuentra ya en Burdeos. Las jornadas posteriores son los días de vino y rosas del Tercer Reich. Hitler, dueño de Europa Occidental tras una campaña cuyo éxito atronador ni siquiera era esperado por la mayor parte de los militares alemanes y cuyo coste en perdidas humanas había sido extraordinariamente leve, se muestra encantado con el papel desempeñado por sus Waffen SS y prepara su ulterior expansión. Tras unos meses en los que las unidades SS son mantenidas en territorio galo a la espera de participar en la supuestamente proyectada invasión de las Islas Británicas, el Führer despliega la Leibstandarte y la SS Verfüngungdivision -a partir de entonces denominada Das Reich- en la campaña de los Balcanes y, terminada la misma, vuelve sus ojos hacía la Unión Soviética.

Barbarroja

La Totenkopf quedó encuadrada en el Grupo Norte del Ejército, manteniendola el mando alemán nuevamente en la reserva durante los primeros compases con la intención de unirla a la agrupación que obtuviese más progresos. El LVI cuerpo de ejército de Von Manstein logró avanzar 160 km en solo dos días, y gracias a ello se vio reforzado por los hombres de Eicke. Manstein mencionará varias veces esta unidad en sus memorias, generalmente en términos elogiosos. La Totenkopf llegará a Letonia a principios de julio y a Rusia pocas jornadas después. Será ya en territorio ruso cuando la unidad, tras una serie de combates duros y encarnizados en los que empieza a sufrir pérdidas de consideración, tome el día 11 la ciudad de Opochka. En estos momentos el total de bajas rondaba ya el 10%. Desde mediados de julio en adelante, la división se vio envuelta en una serie de violentos choques contra los soviéticos en torno a Leningrado. La capacidad de resistencia del Ejército Rojo parecía no tener fin y, a pesar de los espectaculares avances logrados por los alemanes, todavía estaba en condiciones de luchar. La Totenkopf pelea con tesón pero hacía finales de septiembre sus bajas alcanzan ya los 6500 hombres. Su progresión se ve paulatinamente frenada debido a la encarnizada defensa de los soviéticos y, a finales de año, en línea con el resto del Ejército Alemán, la formación se encuentra detenida en espera de la previsible contraofensiva rusa.

El cerco de Demyansk

El 7 de enero de 1942, la URSS lanza 3 ejércitos de choque contra las desgastadas unidades alemanas del LVI cuerpo, consiguiendo éxitos locales desde el primer momento y obligando a los germanos a una defensa desesperada. La Totenkopf es enviada el 9 de enero a Staraya Russa y a Demyansk con ordenes de defender el terreno a toda costa pero, a pesar de las maniobras de la Wehrmacht, la situación se deteriora con rapidez. Von Leeb, al mando del Grupo Norte del Ejército, solicita a Hitler una retirada táctica de sus tropas, pero este se niega. Leeb presenta su dimisión y es sustituido por von Küchler, a quién se le encomienda el mantenimiento de las posiciones alemanas. Los germanos redoblan sus esfuerzos pero no consiguen frenar los avances soviéticos, que el día 8 de febrero culminan con el cerco de seis divisiones, incluida la Totenkopf, junto con elementos de otras unidades de apoyo. El total de efectivos cercados se ha estimado tradicionalmente en torno a 90 o 100.000, pero posiblemente fueran menos, ya que en aquel momento las divisiones alemanas estaban muy mermadas debido a siete meses de combates continuados. En el cerco de Demyansk, a diferencia del que tendría lugar en Stalingrado varios meses después, la Luftwaffe consigue mantener relativamente bien equipadas a las tropas de tierra proporcionando diariamente 270 toneladas de suministros. Gracias a ello, los alemanes resisten el empuje de dieciocho divisiones soviéticas hasta que a finales de abril, gracias a los esfuerzos del resto del Grupo Norte del Ejército, consiguen levantar el cerco. Durante el asedio, la Totenkopf se mostró extraordinariamente tenaz en la defensa, consiguiendo rechazar varios ataques rusos. Su desempeño en estos meses críticos de 1942 no paso desapercibido al mando alemán, quien recompensó a 11 hombres de la división con la Cruz de los Caballeros. Según el historiador Gordon Williamson, ninguna otra unidad de las Waffen SS recibió tantas condecoraciones en tan breve lapso de tiempo. Dicho reconocimiento no fue en absoluto gratuito. Cuando la Totenkopf fue enviada en octubre de 1942 a Francia para reequiparse había perdido 12.600 hombres de los 17.000 que tenía al inicio de la Operación Barbarroja.

La vuelta al Este

En enero de 1943, cuando los restos del 6º Ejército Alemán se desvanecían en Stalingrado, la Leibstandarte, la Das Reich y la Totenkopf son trasladadas de nuevo al este con el objeto de reforzar el tambaleante frente sur alemán. Las primeras en ser lanzadas al combate serían la Leibstandarte y la Das Reich, englobadas en el Primer Cuerpo Panzer de las SS al mando del General Hausser, las cuales entran en acción en los alrededores de Jarkov, pero no consiguen evitar la pérdida de la ciudad a manos soviéticas que tuvo lugar el 16 de febrero. Hausser también había recibido las instrucciones habituales de no retroceder, pero no estaba dispuesto a sacrificar estas magnificas unidades en una guerra de posiciones provocando que quedaran cercadas por el Ejército Rojo. Debido a ello, el general alemán ordenó a sus tropas que abandonasen Jarkov, reservando así sus fuerzas para mejor ocasión. La retirada enfureció a Hitler, pero dio a Manstein -a quién se había enviado al sur con el propósito de atenuar las consecuencias de Stalingrado- la oportunidad de reorganizar las maltrechas líneas de la Wehrmacht. El mariscal germano comprobó que los soviéticos habían alargado demasiado sus rutas de suministro y que las unidades del Ejército Rojo estaban al límite de sus fuerzas. Se presentaba así una nueva oportunidad para la guerra de movimientos en la que los comandantes alemanes habían demostrado sobresalir. Un contraataque en ese momento podía ser decisivo.

El Primer Cuerpo Panzer de las SS recibe entonces el refuerzo de la Totenkopf, convirtiéndose de este modo en una de las formaciones más poderosas de todo el Ejército Alemán. Manstein lo utiliza con gran maestría en la ofensiva que el Grupo de Ejércitos inicia el 20 de febrero, todavía sin la totalidad de la Totenkopf sobre el terreno, y que coge a los rusos por sorpresa. El ataque germano consigue reconquistar Jarkov el 14 de Marzo, enclave que cae precisamente en manos del I Cuerpo Panzer de las SS. Los soviéticos sufren pérdidas considerables y los alemanes consiguen salvar una situación extremadamente crítica o, en palabras del propio Manstein, “torcerle el cuello a la derrota”.

La Totenkopf sufrió un golpe en su moral el 24 de febrero cuando Eicke fallece al ser derribado durante un reconocimiento aéreo; pero a pesar de ello se batió con extraordinaria valentía y habilidad, siendo su contribución esencial para el triunfo alemán. Manstein menciona en sus memorias el 7 de marzo como fecha de inicio del ataque de las tropas de las SS sobre Jarkov, haciendo específica referencia a la incorporación plena de esta unidad al cuerpo panzer de Hausser.

El cuerpo sin vida de Eicke sería recuperado tras las líneas enemigas por un grupo de voluntarios de la división. Hermann Priess sucedería en el mando a Eicke quién, salvo un breve periodo en 1941, había comandado la Totenkopf desde la creación de la unidad hasta su muerte. Además de por Priess, la formación sería liderada por otros generales hasta el final de la guerra.

Kursk

Para esta batalla, la Das Reich, la Leibstandarte y la Totenkpof volverán a operar unidas bajo el mando de Hausser en el rebautizado II Cuerpo Panzer de las SS. Estas tropas estaban encuadradas en el 4º Ejercito Blindado de Hoth, que formaba parte del Grupo Sur del Ejército comandado por von Manstein. Cada una de estas divisiones de las SS iba a contar con una compañía pesada formada por 15 carros Tigre. El día 5 de julio lanzan su ataque los alemanes, consiguiendo las tropas de las SS superar la primera línea de defensa soviética con relativa facilidad. La velocidad de avance de las SS es superior a la de las unidades de la Wehrmacht, lo que obliga a Hausser a utilizar la Totenkopf para proteger los flancos de su avance de los contraataques del 6º Ejército de Guardias, labor que la división desempeña con notable eficacia. Una vez que el peligro en sus flancos disminuye, la formación vuelve a ser situada junto con la Das Reich y la Leibstandarte a la cabeza del avance alemán. El 10 de julio las unidades de las SS están reagrupadas y dispuestas para continuar la ofensiva y el día 11 los 600 tanques con los que todavía contaba el II Cuerpo Panzer se enzarzan en un combate brutal con los 850 tanques del 5º Ejército Blindado de Guardias en las afueras de Projorovka. El choque, la mayor batalla de carros de combate de todos los tiempos, se prolongó durante todo el día. Ingentes cantidades de blindados rusos y alemanes se encontraron a distancia de tiro y se machacaron mutuamente. Las pérdidas de ambos bandos en el combate de Projorovka oscilan dependiendo de la fuente. Gordon Williamson da por buenas las cifras totales de 700 tanques (soviéticos y alemanes) destruidos en aquella jornada. Por su parte, el historiados español David Solar indica que los germanos destruyeron 400 carros rusos. Sea cual sea la cifra exacta, lo cierto es los alemanes quemaron sus fuerzas en apenas una semana. La descomunal potencia de fuego de las divisiones de las SS se desperdició sin obtener a cambio ninguna ganancia apreciable y el día 12 la Totenkopf, que había perdido la mitad de sus hombres, se vio obligada a pasar a la defensiva. La Leibstandarte sería retirada poco después para ser enviada a Italia donde acababan de desembarcar los angloamericanos, aunque sus blindados se quedaron en la zona y fueron traspasados a la debilitada Das Reich.

Segunda mitad de 1943

A mediados de agosto los soviéticos comenzaron a explotar masivamente el éxito obtenido en Kursk. Dos ejércitos y un ejército blindado de guardias comenzaron su ofensiva en la zona sur del frente alemán con un objetivo claro: la reconquista definitiva de Jarkov. Las divisiones de las SS -la das Reich y la Totenkopf a las que se unió la Wiking- consiguen ralentizar el avance ruso, pero son incapaces de detenerlo por completo. Ante la abrumadora superioridad del Ejército Rojo, Manstein ordena abandonar la ciudad ucraniana el 22 de agosto.

En los días siguientes Hitler autoriza a Manstein a retirarse tras el Dnieper. La Totenkopf combate con fiereza ante unas fuerzas enemigas muy superiores en número, pero el panorama para los alemanes no dejaba de empeorar por momentos. Kiev es reconquistado por los soviéticos el 7 de noviembre. Para entonces, la Totenkopf es utilizada a modo de cuerpo de bomberos por el mando alemán, quien la envía de un sector a otro constantemende, trasladándola allí donde la situación sea más crítica.

1944

El año no comenzó bien para los alemanes. La presión rusa no cesa en el sector sur del frente, obligando a todas las unidades germanas a retirarse, primero detrás del Dniester y después a los Montes Cárpatos, ya dentro de territorio rumano. Durante los primeros meses del año, la Totenkopf se ve inmersa en una serie de combates incesantes contra diversas unidades soviéticas, hasta que en mayo los rusos conceden un pequeño respiro a los alemanes al trasladar el centro de gravedad de su ofensiva desde el sur del frente (Ucrania) al centro (Bielorrusia). Los germanos aprovechan esta pausa y en junio retiran del frente a la Totenkopf, la cual es reforzada con 6000 nuevos soldados y reequipada con nuevo material. Sin embargo, la tranquilidad no dura demasiado. La Unión Soviética lanza su ofensiva, la Operación Bagratión, contra el Grupo de Ejércitos Centro el día 22 de junio. El día 25 la Totenkopf es trasladada al norte de Rumanía para ayudar a contener el avance ruso. Desde allí intenta tenazmente llegar al teatro principal de operaciones, pero las condiciones de las carreteras son tan lamentables que no llega a su destino hasta el día 7 de julio. A partir de ese momento, la Totenkopf consigue mantener la ciudad de Grodno durante once días, haciendo frente a los continuos ataques rusos y concediendo de este modo un respiro impagable a Model, a quien Hitler acababa de poner al mando del Grupo de Ejércitos Centro con el fin de que consiguiese frenar el arrollador avance soviético. Una vez que la Totenkopf ha cumplido su misión, se le ordena el repliegue hacia Varsovia, localidad donde estaban concentrándose las unidades alemanas que no habían sido pulverizadas por la marea rusa.

En agosto, la Totenkopf vuelve a ser puesta en combate, agrupada junto con la Wiking en el 4º Cuerpo Panzer de las SS, con el fin de defender Varsovia de los ataques rusos. La siguiente ofensiva del Ejército Rojo comienza el día 14, pero es interrumpida a la semana siguiente debido a la obstinada defensa germana. El día 25 los soviéticos reanudan su ofensiva y, esta vez sí, consiguen hacer retroceder paulatinamente a los alemanes. A pesar de esto, a la Totenkopf todavía le quedaban ganas de combatir. El día 11 de Septiembre inicia un contraataque contra las fuerzas rusas, obligándoles a retroceder temporalmente. Los rusos volverán a la carga el 10 de octubre forzando a las SS a ceder terreno, pero los hombres de la Totenkopf serán capaces de detener a los rusos nuevamente antes de llegar a la capital polaca.

A estas alturas de la guerra, los soviéticos habían perdido innumerables cantidades de soldados, pero seguían disponiendo de reemplazos a buen ritmo. Los alemanes, por el contrario, cada vez tenían más dificultades para reponer sus pérdidas. Las divisiones clásicas de las SS -la Leibstandarte, la Das reich, y la Totenkopf,- no escapaban a este problema, con lo que su fuerza combativa se iba diluyendo paulatinamente, pero todavía seguían siendo un oponente a tomar en consideración. El mando alemán continuaba enviando estas unidades a los puntos donde la posición de sus ejércitos era más desesperada, y los hombres de estás divisiones generalmente conseguían equilibrar, al menos de manera temporal, la situación.
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El fin

El 26 de diciembre el 4º Cuerpo Panzer de las SS, formado por la Totekopf y la Wiking, fue trasladado a Hungría, donde participó en los intentos alemanes de liberar Budapest, ciudad que había sido cercada por el Ejército Rojo. Los germanos se lanzaron al ataque, pero los soviéticos resistieron bravamente, lo que provocó que los esfuerzos de la Wiking y de la Totenkopf no se vieran coronados por el éxito. Budapest se rendiría finalmente el 12 de febrero. Tras esto, el 4º Cuerpo Panzer de las SS se ve envuelto en una serie de combates defensivos en la zona. En marzo, tras el fracaso de la Operación “Renacimiento Primaveral” en la que el Tercer Reich había lanzado al combate a otras cuatro divisiones de las SS (la Leibstandarte, la Das Reich, la Hohenstafen y la Hitlerjugend, agrupadas en el 6º Ejército Panzer de las SS) con la esperanza de reconquistar los campos petrolíferos húngaros; la Totenkopf y la Wiking -englobadas en el 4º Cuerpo Panzer de las SS- acuden a ayudar a sus compañeras a protegerse de la contraofensiva rusa, iniciada el día 16. La defensa de las SS, si bien no consigue detener el avance soviético, sí logra evitar que el Ejército Rojo cerque las mejores tropas que aún le quedan al Reich. A pesar de ello, Hitler se enfurece sobremanera, ordenando a los jefes y oficiales del 6º Ejército Panzer de las SS que como castigo se quiten los brazaletes que llevaban -con el nombre de sus unidades- en la bocamanga de sus uniformes. Dietrich, comandante del 6º Ejército Panzer de las SS, se niega y, en una reunión con los jefes de las divisiones les dice “este es el agradecimiento por cuanto hemos hecho en estos años”. El divorcio entre el Führer y sus antaño preciadas Waffen SS es total.

Después de esto, tanto el 6º Ejército Panzer como el 4º Cuerpo Panzer de las SS desaparecen como formaciones de combate con capacidad operativa real. A pesar de ello, las unidades que los formaban siguen tratando inútilmente de ofrecer alguna resistencia a los soviéticos. La Totenkop, por su parte, se verá en vuelta en las batallas alrededor de Viena, intentando defender a esta ciudad del Ejército Rojo.

La historia de la Totenkopf termina el 9 de mayo, día en que se rinde a los americanos en Austria. La idea de los hombres de esta división era la misma que la de muchos alemanes: evitar caer en manos de los rusos. No obstante, los Estados Unidos acabarían entregando a los supervivientes de la unidad a los soviéticos, comenzando para aquellos un cautiverio del que pocos escaparían con vida.

Las atrocidades de la Totenkopf

Hemos tratado hasta aquí el historial de combate, como tal sobresaliente, de la Totenkopf. No obstante, ningún análisis de esta unidad militar estaría completo sin una breve referencia, al menos, a los crímenes competidos por la misma durante su existencia. Dejando de lado los asesinatos cometidos en los campos de exterminio nazis -llevados a cabo por miembros de la Totenkopfverbände, que en muchos casos también servirían en la Totenkopf, pero que no pueden achacarse como tal a la división- y centrándonos en los crímenes ejecutados por la Tercera División de las SS como tal, es necesario hacer mención especial a las atrocidades perpetradas por esta unidad durante su estancia en la URSS. En las campañas occidentales, si bien su actuación en ningún caso pueda considerarse ejemplar desde el punto de vista ético (citemos los ejemplos de Le Paradis o el asesinato de los soldados coloniales franceses), podemos afirmar que fueron comportamientos, sino aislados, por lo menos no generalizados. Sin embargo, esta “moderación” desaparece por completo una vez que la división entra en acción en Rusia. Será en su combate contra la Unión Soviética cuando los hombres de Eicke den rienda suelta a todo el odio que atesoraban contra la, en palabras del propio Eicke, “masa infrahumana de judeobolcheviques”. Los partisanos, los soldados enemigos capturados, así como la población judía de las zonas ocupadas fueron las victimas de los asesinatos llevados a cabo por la división. Dado que en un pequeño artículo no es posible realizar una enumeración exhaustiva de los crímenes de la Totenkopf, en lugar de enumerar cifras -que posiblemente se quedarían cortas- citaremos un hecho que deja a las claras la funesta reputación que atesora esta unidad: de acuerdo al historiador Gordon Williamson, gran parte de las atrocidades cometidas por las Waffen SS en la Segunda Guerra Mundial fueron protagonizadas por unidades comandadas por hombres que en algún momento de la contienda sirvieron en la Totenkopf.
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A la nefasta reputación de la división de Eicke ayudó también la permeabilidad que existía entre la formación y otras secciones de infausta memoria como los Einsatzgruppen, encargados de la lucha antipartisana y de limpiar de “elementos indeseables” las zonas de retaguardia. En una ocasión, un batallón al completo de hombres de los Einsatzgruppen fue transferido a la Totenkopf para cubrir las bajas de la misma.

A modo de conclusión, teniendo en cuenta los orígenes de la Totenkopf, podemos decir que "de aquellos polvos vienen estos lodos". De una unidad que se alimentaba de asesinos procedentes de los campos de exterminio nazis lo extraño hubiese sido que su comportamiento fuese otro distinto. No obstante, eso no justifica en absoluto los crímenes de esta división. Además, la responsabilidad no puede limitarse a los autores materiales de las atrocidades. Los jerarcas nazis sabían la bestia que estaban criando y, no solo no le pusieron freno, sino que la alimentaron con dedicación digna de mejor causa, convirtiéndola en una unidad que destacó -como pocas- en el campo militar y que sobresalió -como ninguna- en el campo criminal. Al contrario que gran parte de las divisiones de la Wehrmacht, e incluso algunas de las Waffen SS, las cuales no pueden ser responsabilizadas en bloque (aunque sí algunos de sus miembros) de los crímenes del régimen al que servían; la Totenkopf no tiene disculpa posible y sus crímenes mancharan por siempre el historial del Ejército Alemán.
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Fuente principal: Las SS Instrumento de Terror de Hitler
Autor: Gordon Williamson
Editorial Libsa
Año 2006

7 comentarios:

  1. A propósito del episodio de los brazaletes que Hitler, enrabietado por los reveses en Hungría, parece ser que ordenó quitarse voluntariamente a jefes y oficiales de las mencionadas unidades SS, existe una curiosa exposición realizada por Heinz Hohne en su libro "Der Orden unter dem Totenkopf". Según el, cuando Sepp Dietrich supo que la intención de Hitler era que los SS perdieran sus brazaletes, arengó en un momento dado a los jefes de las 4 divisiones gritando: "¡Este es el agradecimiento por cuanto habéis hecho durante estos años!". Ante estas palabras, un Sturmbannfuhrer (comandante) que había mandado un destacamento en los combates de la ofensiva de Hungría, propuso furibundo: "Echemos a un orinal todas nuestras medallas, y luego pongamos en torno al recipiente un brazalete de la división "Goetz von Berlichingen"(con grosera alusión a una obra de Goethe, en la que figura una conocida expresión vulgar incorporada al uso común como insulto)
    Este episodio explicaría el origen de una difundida "leyenda" según la cual los jefes y oficiales de las cuatro divisiones enviaron sus medallas al Cuartel General del Fuhrer dentro de un orinal junto con un brazo humano rodeado de la cinta de la división Adolf Hitler. Dietrich sin embargo desmintió esta versión cuando se entregó a los americanos.
    --Extraído de "Crónica militar y política de la II guerra mundial", edit. Sarpe--

    Supongo que lo del orinal es más bien exagerado, pero podría ilustrar bien el sentimiento en esas circunstancias casi ya desesperadas de esos hombres, menospreciados de esa manera por Hitler...
    Un saludo y gracias por el excelente artículo

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  2. Muchas gracias por el comentario.

    El libro “La caída de los Dioses” de David Solar hace también una breve referencia al asunto del orinal, pero también lo tacha de leyenda. No he podido encontrar ninguna fuente autorizada que confirme el hecho y yo, como usted, también creo que es exagerado. Ahora bien, hay que reconocer que, si non e vero, e ben trovato.

    Gracias otra vez. Un saludo

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  3. Excelente aporte camarada

    buen blog... lo agregare en el mio




    zalv-2

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  4. Muchas gracias Taylor.

    Haré lo propio con su blog. Agregado queda.

    Un saludo.

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  5. A favoritos, desde luego la Divición de la Calabera es mi Division favorita, excelente aportaso... Muchas gracias

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